De lo alto del monte, en la ladera,
igual que un nuevo huerto frailuisiano,
desciende, en desorden, muy ufano
el pueblo de la eterna primavera.
En su mitad, en posición señera,
como índice saliendo de la mano
destácase el castillo soberano
guardián roqueño de la verde estera
que forman en clinado graderío
las tierras de labor, los castañares,
las iglesias, el vario caserío,
la higuera y el olivo, los pomares...,
terminando en los prados junto al río.
¡De Saturno, en la cima, los altares!
CASTILLO DE CORULLON
La villa berciana de Corullón, de clima suave, está situada a cuatro kilómetros de Villafranca y como esta debe su origen más brillante a la ruta de peregrinos jacobeos. A un kilómetro de Corullón, la iglesia de San Fiz, románica, de caballeros Hospitalarios de San Juan, y dentro de la villa los templos de San Miguel y San Esteban, señalan al abolengo histórico y la antigüedad venerable; pues el de San Esteban fue consagrado en 1086 por el obispo de Astorga Osmundo, y el de San Miguel fue monasterio de templarios y aún hay por allí memoria de un monasterio de Santa María que fundó Bermudo el Gotoso en 991, según inscripción copiada por Flórez: " Ecce domus Domini et porta celi. A eclesia difusa et non divisa Sanctae Marie. In onore ipsius dominus Virmundus rex in XXVIIII, postfieri precepit".
En la altura, el castillo cubierto de hiedra. Levántanse aún los bastiones que coronan el torreón, fuerte, cuadrado, de piedra ennegrecida, con almenas que lo recortan en el paisaje. Fue mansión como castillo palacio de los Alvarez Osorio, señores de la villa, y se ve en los muros el ventanaje de dos pisos; después pasó a los Toledos, marqueses de Villafranca entroncados con la casa de Alba, con Medinasidonia, con Oropesa, con los Vélez, con Huéscar, con Olivares... Tal es la nobleza del castillo de Corullón.Dos escudos de armas señalan: uno de ellos las de la casa de los Osorios y el otro la de los Valcarce, muy frecuente ésta en el Bierzo, donde se ven hasta en Molinaseca. La torre es alta de tres pisos, separados por dos impostas, los arcos apainelados, dos baluartes detrás de la torre, troneras, fuerte reja de hierros maravillosamente enlazados; todo el conjunto hosco, de fortaleza. Su construcción es seguramente de principios del siglo XV y fue de los Osorios hasta 1.482, en cuya fecha la viuda y las hijas de don Pedro Alvarez Osorio tienen que refugiarse en el castillo de Cornatel ante una contienda tumultuosa promovida por el reparto de la herencia de don Pedro, hasta entonces señor de aquel territorio. Es tan bello el panorama y el castillo, que la tradición recogida por el P. Francisco de Ajofrín en los archivos del marqués de Villafranca, al escribir la historia de San Lorenzo de Brindis, cuyo cuerpo está en Villafranca, refiere lo siguiente: que doña Leonor Alvarez de Toledo, mujer de don Pedro de Médicis, Duque de Toscana, mandó venir a Corullón un pintor florentino para copiar este castillo y reproducirlo en sus estados de Toscana, como así lo hizo. La historia del castillo de Corullón va unida al recuerdo de doña María de Toledo, dama de peregrina hermosura, hija de don Pedro Alvarez de Toledo, Marqués de Villafranca y Virrey de Nápoles, y de doña Elvira de Mendoza. Había nacido en Nápoles en 1.582; vino a España muy joven al lado de su tía doña María, hermana del Marqués y señora de gran piedad, que fundó el Villafranca el convento de las Lauras. Era esta señora viuda de don Fadrique de Toledo, duque de Alba; a su lado la hija del marqués hizo voto, a los quince años, de ser religiosa descalza. Advertido de esto don Pedro, que seguía en Nápoles, mandó encerrar a su hija en el castillo de Corullón. Pero doña María Alvarez de Toledo y Mendoza tenía decidida su vocación religiosa y tampoco se avenía a obedecer por el castigo, y de noche se descolgó de lo alto del castillo, hiriéndose al caer, y marchó a Villafranca acompañada de dos dueñas que la servían y de un aldeano de Corullón, criado del Marqués, llamado Juan de Pumerega. En Villafranca entró en el convento de la Concepción; después fundó el de la Anunciada - fue la primera Abadesa - donde está enterrada en el panteón de los Toledos. Se conserva un retrato que da fe de la rara belleza de tan ilustre religiosa.
De: Mariano D. Berrueta. "Castillos de la provincia de León" Ed. Nebrija. León, 1.979.
En la actualidad el castillo está habitado por su propietario, el Sr. Halfter Caro. Ha sido despojado de la yedra que tanta personalidad le daba y que, problablemente sería causa de su ruina futura. Que yo sepa, no se puede visitar, aunque es posible que en el futuro pueda hacerse en día o días señalados. El paisaje que desde él se divisa es francamente magnífico y muy alabado por escritores de renombre.